La pandemia por COVID-19 ha afectado a todas las esferas de la sociedad a escala mundial quedando así de manifiesto la interrelación que guardan unas con otras. Frente a esta situación se requiere una mirada holística capaz de entender la manera cómo interactúan los diferentes ámbitos y cómo se transmiten los efectos de uno a otro En momentos de crisis, de aislamiento social y de confinamiento, la sociedad adoptó nuevas formas de educar, esto fue mediante la educación virtual, pero en la actualidad estamos en la transición de la virtualidad en educación, a la presencialidad, ha significado un nuevo reto y desafío para la mayoría de las instituciones de educación. El desafío no es sólo desde el punto de vista del proceso de enseñanza y aprendizaje, sino también de las brechas a nivel del desarrollo de las habilidades socioemocionales. El apoyo socioemocional es un aspecto a tomar en cuenta para generar estrategias y actividades que les permitan expresar a niños, niñas y adolescentes las emociones y preocupaciones que les ha generado la pandemia a fin de bajar sus niveles de ansiedad y con ello mejorar el aprovechamiento académico. El conocimiento se genera de forma más rápida que nuestra capacidad de absorberlo. Por ello, lo importante es lo que sabemos hacer hoy y de qué seremos capaces de aprender para lo que nos espera mañana La educación presencial o convencional, es aquella que requiere y exige la presencia obligatoria del alumno en el aula, donde el aprendizaje es dirigido mediante un profesor, quien en su función más tradicional es explicar, aclarar y comunicar ideas y experiencias. La educación presencial no es solamente para adquirir acceso a contenidos. Sino que es también un espacio donde hay innumerables oportunidades para desarrollar de manera permanente habilidades socioemocionales y adquirir valores para vivir en sociedad. Este ‘otro’ tipo de aprendizajes, tan importante como las asignaturas y contenidos de los planes curriculares, son más complejos de estimular en los entornos virtuales. No es que no se pueda, pero requerían esfuerzos adicionales. La participación activa de los integrantes de la comunidad escolar es indispensable para transitar hacia la nueva normalidad. Fortalecerla facilitará transitar a las condiciones del trabajo en el aula y en el hogar. Ventajas de la educación presencial: • Rutinas estables de estudio y clases. Tener que organizar y preparar con anticipación los días para ir al colegio fomenta la disciplina y sentido de productividad. • Clases más dinámicas de acuerdo con el grupo. Las clases presenciales suelen ser más ágiles y propician la participación de todos los alumnos. De esta manera y conforme avanza el ciclo, los profesores van adaptando sus estrategias a las necesidades que va observando en el grupo. • Mayor interacción. Llevar a cabo trabajos, prácticas y ejercicios junto a otros niños o alumnos fomenta la socialización, la cual se basa en la interacción e intercambio de ideas. • Comunicación cara a cara. Esta ventaja comunicativa vuelve las conversaciones mucho más fluidas, orgánicas y reales, pues al observar gestos y movimientos corporales es más fácil generar empatía, llegar a acuerdos o conclusiones. • Tratos personalizable. Conocer a los docentes y que ellos observen a sus alumnos, favorece un trato mucho más cercano, generando una atención personalizada de acuerdo con las necesidades de cada alumno/a, sus puntos fuertes y áreas de oportunidad. • Facilidad en resolución de dudas o consultas. Deja de ser necesario escribir un mail o mensaje y esperar una respuesta. En clases presenciales la comunicación es más directa y rápida. • Sensación de compañerismo y solidaridad más personal. La educación presencial a veces permite a los estudiantes sentirse más acompañados. No se enfrentan solos a los desafíos académicos y pueden afrontarlos con más confianza. • Capacidad de trabajar en grupo. La educación presencial en general permite la creación de grupos de estudiantes que pueden interactuar y aprender los unos de los otros. Se crean lazos sociales que ayudan a desarrollar nuevas ideas y a estimular la creatividad. • Proporciona una estructura estable y sólida. Los estudiantes a los que les falta autodisciplina es importante disponer de una estructura que no dependa de ellos y que les ofrezca estabilidad y un plan de estudios que puedan seguir. La educación presencial obliga por tanto al alumno a asistir a unas horas determinadas y a estudiar cuando se le exige. • Capacidad de poner en práctica un mayor número de conceptos. Existen disciplinas académicas en las que la formación online no es la más indicada para aprender. Campos que solo pueden aplicarse de forma presencial para absorber mejor los conceptos.

Por: Laura Guillén Grajeda Psicóloga Clínica